BIENVENIDOS

Siempre hay un momento en la vida de los hombres en que se plantean la misma pregunta ¿Estamos solos en ese universo? Hay algo allí afuera, y nos observa. Pero... ¿Quieren la verdad, amigos? ¿Es eso lo que realmente quieren? Déjenme hacerles una pregunta primero: ¿Acaso pueden ustedes resistir la verdad?

10.6.09

RUMORES DEL ESPACIO EXTERIOR

Hay veces que en la búsqueda de la verdad nos topamos con historias que nuestra pesada carga de prejuicios terrenales se empecina en rechazar. Esta vez, queridos amigos, los investigadores dudaron. Pero como nuestra consigna es llegar más allá que lo que la razón indicaría, continuamos adelante y nos vimos recompensados.
Todo comenzó durante la estadía de Willie De Nard en los Estados Unidos, donde se había destacado a fin de recibir el controvertido testimonio del viajante de comercio que podrán disfrutar en nuestra próxima entrega. Mientras esperaba que el remiso testigo pusiera fecha a la entrevista, se contactó con nosotros un conocido conductor de la televisión mexicana, en la que lleva adelante uno de los mejores programas sobre el tema. Este amigo nos habló de una persona extraordinaria. Así conocimos a Marian A., corredora de bolsa de Connecticut, quien nos contó un relato más sobre abducciones extraterrestres. Noten el tono casi anodino conque pronuncio estas palabras. Esto es así dado que su historia, en un principio, solo nos pareció una farsa, un fake tomado de algún viejo libro de embustes espaciales, “Amazing Stories”, “Astounding” o alguna similar. El hilo conductor es bien sabido: Situación nocturna, lugar alejado, luces brillantes, inmovilidad, nave espacial, seres alienígenos, una especie de rayo transportador, alguna práctica física a bordo del platillo, eventualmente algún mensaje, vuelta a la Tierra en algún lugar apartado, internación, policía, hipnotismo, etc., etc... Marian parecía conocer el viejo libreto al dedillo. Pero, como nota de interés, su historia incluía una novedad, un final diferente. Lejos de haber sido dañada por los alienígenas, nuestra testigo refiere que estos seres, a los que describió como enanos lampiños y cabezones, se comunicaron telepáticamente con ella desde un comienzo del contacto. La voz principal le habó así:
– Uno de los propósitos de esta expedición es la de comprobar el grado de adaptabilidad del ser humano a otros conocimientos de índole superior, conceptos y ambientes, así como buscar mentes abiertas y receptivas con las cuales establecer contactos de índole mental directa.-
Mientras “paseaban” en el aparato por los alrededores de la ciudad, varios de estos seres se conectaron al mismo tiempo con su mente, como si estuvieran “on line”, puerto a puerto en teleconferencia, y comenzaron a transmitirle enormes cantidades de datos binarios, conocimientos matemáticos, astronómicos, químicos, físicos, así como otras experiencias sensoriales que, según argumenta Marian, le es imposible describir por considerarlas intransferibles a nivel neuronal. Interrogada en profundidad por el perplejo Willie De Nard, Marian no pudo (o no quiso) dar mayores precisiones. Sus descripciones ambiguas y sus negativas de brindar mayores datos por considerar que “los humanos no están listos aún para tratar con estas nociones” desilusionaron a Willie. Según Marian, el alienígena a cargo de la experiencia le trasmitió la satisfacción que sentían por sus reacciones, se habían encontrado con una buena mente receptora capaz de tratar con imágenes y conceptos abstractos, aunque manifestó que si bien su psiquis era satisfactoria no resultaba del todo idónea, toda vez que ciertas penas y frustraciones le habían dejado cicatrices de rencor y de resentimiento, aún cuando esas mismas penas le habían otorgado un buen grado de comprensión y percepción subjetiva. Willie apagó su grabadora, guardó sus papeles y agradeció a la testigo por su tiempo, pensando con ironía que el único tiempo realmente malgastado allí había sido el suyo, cuando Marian se puso de pie y dijo: -"Como prueba de mis dichos, amigo, te mostraré algo para que guardes en tu corazón y revivas cada vez que pienses en este momento." Y dicho esto, Marian comenzó a cantar. Pero no lo hizo de cualquier manera. Un sordo rumor proveniente de su diafragma se abrió paso por su pecho hasta salir por su boca.
Notas nunca antes escuchadas se entrelazaban majestuosamente en una sinfonía de singular belleza. Pero no se trataba solo de sonidos, pues un cúmulo de oscilaciones electromagnéticas se elevó por el aire, formando extraños y hermosos dibujos cuasi psicodélicos, plenos de emoción y color. Esa multiplicidad de frecuencias vibratorias levitaba al son de la extraordinaria “música”, generando una empatía en el ambiente, una suerte de psicofonía interestelar plena de frenesí y epifanía. Llegado a un punto de extrema tensión, algo así como el clímax de la experiencia multi sensorial, Marian terminó su canto, y despidió a Willie con deseos de paz y promesas de amistad.
Si bien Willie no pudo filmar ni grabar esta música (Marian se encargó de evitar eso), su perspectiva pasó de ser la de un investigador a la de un testigo presencial, lo que cambió radicalmente su forma de analizar los fenómenos extraterrestres de allí en más, teniendo en cuenta que junto con los contactos del 1º al 3º tipo tan habituales, podían darse situaciones en las que intervienen los pensamientos solidificados del espectador en las manifestaciones de una especie de telehipnosis ideoplástica, que logra fundir lo material con los objetos que carecen de corporeidad con algún componente fisiológico o ectoplasmático.
Había escuchado hablar de las creaciones arquetípicas del inconsciente, en las que el sujeto no resulta mero espectador fortuito de una actividad independiente, sino un perceptor selectivo que toma parte activa inconsciente en la concreta materialización de lo que es oído y observado, pero haberlo experimentado, no tiene precio.

2 comentarios:

  1. Me parece muy valiente el testimonio de esta mujer. El miedo a la burla descarnada y al escarnio social muchas veces nos impide hablar libremente de nuestras experiencias. Yo he vivido una situación similar, aunque por las características de la comunicación con los extraterrestres me atrevería a decir que los míos eran analfabetos... mucho toqueteo y pocas palabras. A veces los extraño... Cuca de Bs. As.

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  2. Querida amiga: Ponte en contacto con nosotros y recogeremos tu experiencia. Supongo que te han visitado los reptiles que describieron nuestros colaboradores Edgardo y Maribel. Podés buscar su escalofriante testimonio en este blog.

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